- arrandiar
- Arrandiar ou arrendar, ou arrandar, es trabajar la tierra por última vez amontonándola en el tallo de las plantas. Esta delicada operación debe de hacerse con las plantas de las patatas antes de que éstas florezcan, pues ya cuando las plantas tienen flor es muy peligroso arrandarlas, porque ya tienen sus raíces muy extendidas y al arrandiarlas se pueden cortar parte de ellas, privando por esto a la planta de producir más abundante fruto. Con el maíz sucede lo mismo. Arriándame mio'amu endenantes de quiapanoye, arrímame la tierra 'n sen tarrones al lláu la tuca, ya s'endespós del mes de la yerba chueve, dareite dus panoches en vez d'una. (Trabájame mi amo antes de que me salga la panoja, arrímame bien la tierra sin terrones al lado de mi tallo, y después del mes de la hierba (Julio) si llueve, te daré dos panojas en vez de una). Nadie puede hablar de estas cosas con propiedad si en verdad no las ha vivido, no mirando cómo otros las efectúan, sino haciéndolas el mismo. Trabajar la tierra es un arte que no admite equivocaciones, equivócate en sembrar el maíz y tendrás media cosecha si es que viene buen año, fai lu mesmu 'l arriandalu, y'entóus fixiste trabayu pal diañu. (Haz lo mismo al arrandar y entonces has hecho el trabajo para el demonio). La mejor época para sembrar el maíz en las aldeas de las montañas, es cuando las hojas de la higuera son de crecidas como l' uréa d'un xatu mamón (la oreja de un ternero lechón). Y el mejor momento para arriandarlo es aquel cuando los ñarbaxus (plantas del maíz) aún no se atisba el síntoma de panojar. El maíz es una de las plantas más delicadas que existen, trabajándola y abonándola bien es muy agradecida, y te dará una excelente cosecha siempre que el año sea propicio. El maíz debe de arriandarse siempre en los días de amuga (nublos o de poco sol), por regla general al hacer este trabajo siempre hay que arrabucar (arrancar) muchas plantas, ya que de tallo a tallo debe de haber una distancia aproximada de cuarta y media. Las plantas que se arrancan se tiran, porque no sirven para nada, ya que si las comiesen así de bravas los ganados, podría originar en ellos algunas peligrosas enfermedades. Sólo son buenas para los ganados, cuando el maíz ya ha florecido y perdido toda su bravura.
Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana. 2009.